lunes, 21 de diciembre de 2009

“España puede obtener un beneficio neto de 25.000 millones en 2020 con la fotovoltaica”


Esta es una de las conclusiones de la tesis doctoral titulada “Energía solar fotovoltaica, competitividad y evaluación económica, comparativa y modelos” elaborada por Eduardo Collado, director técnico de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF).

El trabajo de Collado, que ha obtenido el doctorado en Ingeniería Industrial con la máxima calificación de sobresaliente cum laude por unanimidad, evalúa los límites a medio y largo plazo de la competitividad económica de la energía solar fotovoltaica, en España en particular y en el mundo en general, estudiando la evolución que debe tener hasta ser competitiva respecto a las fuentes de energía tradicionales y otras emergentes.

La investigación realizada en los distintos escenarios de penetración pone de manifiesto la existencia de lo que se conoce como efecto multiplicador. En palabras del autor, “hay un efecto multiplicador, de modo que cuanto más se invierte en energía solar fotovoltaica, más rentable resulta a largo plazo para la sociedad”.

Un saldo favorable de 25.000 millones
En opinión de Eduardo Collado lo más difícil es conseguir una regulación y un desarrollo de mercado que permita a la industria fotovoltaica crecer de un modo estable y sostenido, “de acuerdo con la evolución y las características técnicas del sistema eléctrico, y de acuerdo con la tendencia de la demanda eléctrica. A mi juicio, la aplicación de la tarifa fotovoltaica flexible, sin cupos de potencia, sería perfecta”.

El tribunal examinador preguntó al director técnico de ASIF por el momento en el que España recuperaría la inversión que está haciendo en energía fotovoltaica. Los cálculos realizados por Collado indican que “depende del crecimiento que tengamos y de la evolución de los costes de las demás energías. En un escenario ambicioso, con unos 20 GW en 2020, que es casi el doble de los planes del actual Gobierno, España puede amortizar toda la inversión a mediados o finales de la próxima década; en ese momento, con esa potencia instalada, podemos tener un saldo positivo de casi 25.000 millones de euros”.

Devolución y beneficios
El autor ha comprobado durante la realización de la tesis que la industria solar fotovoltaica no es gravosa para España, sino que a corto plazo devolverá todas las ayudas que haya recibido. La devolución llegará por dos caminos. El primero son las aportaciones directas e indirectas como los costes de personal, tasas realizadas a las distintas administraciones, disminución de la utilización de otras fuentes contaminantes, disminución de la dependencia energética del exterior o menores emisiones de CO2. Y el segundo se refiere al momento en el que se consiga la Paridad de Red y la energía fotovoltaica sea competitiva respecto a la tarifa doméstica, incorporando los conceptos de autoconsumo y medición neta.

Una vez compensadas las aportaciones, afirma Collado, la energía fotovoltaica continuará dando beneficios adicionales a la sociedad por esos mismos conceptos y otros adicionales, al alcanzar, a más largo plazo, la competitividad con el mix de generación. Además, aportará las ventajas que tiene la fotovoltaica como generación distribuida, evitando pérdidas en las redes y permitiendo retrasar las inversiones de las distribuidoras.

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