lunes, 26 de abril de 2010

Descubren la corriente marina profunda más fuerte del planeta


Investigadores de la Universidad de Hokkaido en Japón han descubierto en la Antártida la corriente marina profunda más fuerte del planeta. Su trabajo se publica esta semana en la edición digital de la revista 'Nature Geoscience'. El agua fría y densa de las placas marinas de la Antártida fluye hacia el norte a más de 3.000 metros de profundidad.

Los investigadores explican que las observaciones de esta fuerte corriente a lo largo de la Placa de Kerguelen cerca de la Antártida revelan una rama significativa de la circulación de retorno profunda de los océanos globales.

Los científicos, dirigidos por Yasushi Fukamachi, utilizaron un dispositivos de metros de corriente en las aguas profundas al este de la Meseta de Kerguelen durante dos años para controlar el flujo hacia el norte en profundidad.

Los investigadores estiman que, de media, alrededor de ocho millones de metros cúbicos de agua por segundo con menos de 0,2º centígrados es transportada hacia latitudes inferiores, con una intensidad casi cuatro veces mayor de lo documentado con anterioridad en una rama diferente del flujo antártico profundo.

La llamada Agua Profunda Antártica forma las masas de agua más profundas y densas que participan en la circulación oceánica global, lo que a su vez es un importante componente para el sistema climático.

Unidos por el Mediterraneo


La reunión la copresidían Cherif Rahmani y Elena Espinosa, ministros respectivamente de Argelia y España, el primero como anfitrión y la segunda por ostentar la presidencia de turno de la Unión europea. Era la primera vez que se reunían los cinco europeos (Portugal, España, Francia e Italia; Malta estaba ausente) junto a sus homólogos magrebíes (Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia) para abordar la cuestión de las energías renovables. Hablar de futuro, pero también del presente: hacer frente coordinadamente a la degradación medioambiental. El encuentro se había decidido por propuesta argelina durante la reunión de ministros de Exteriores del 5+5 realizada el año pasado en Córdoba.

El encuentro de Orán se sitúa en la línea de la estrategia iniciada por la Unión para el Mediterráneo (UPM), que incluye un Plan Solar Mediterráneo, interconexiones eléctricas y energéticas y la lucha contra la contaminación marina.

Argelia ha ofrecido un parque natural de 40 hectáreas en el litoral de Orán, para albergar el Observatorio común. Las imprevisibles y a menudo catastróficas perturbaciones climáticas sufridas en los últimos tiempos en toda la región del Mediterráneo occidental, han obligado a los países miembros del 5+5 a dar el paso para llevar una voz unísona a la conferencia mundial de Cancún (México) en diciembre de este año.

Los responsables gubernamentales hicieron suyas las palabras de la ministra Elena Espinosa: “El Mediterráneo es rico en recursos naturales, pero es también una zona vulnerable que hay que proteger”. Entre las medidas para conseguirlo se encuentra el dar un impulso fuerte a las energías renovables: eólica y solar principalmente, en las que tanto España como Francia son pioneras. La reunión de Orán pondrá en marcha un plan mediterráneo para el desarrollo de la energía solar.

La ministra marroquí, Amina Benjadra, puso en guardia a sus homólogos al declarar que según todos los estudios científicos realizados últimamente el nivel de contaminación en esta región del Mediterráneo occidental “ha alcanzado un peligroso umbral que amenaza con romper el equilibrio ecológico y comprometer el desarrollo presente y futuro”.

En la mente de todos los participantes al encuentro oranés estaba el agotamiento de los recursos petroleros y gasistas. Las previsiones más optimistas dan como esperanza máxima de vida para los hidrocarburos argelinos, los más importantes de la región, de aquí a 30 ó 40 años. Previsiones que han empujado a los gobiernos de Rabat y de Argel a lanzarse en el estudio de megaproyectos de energía solar en las zonas desérticas del sur.

El avance del desierto sahariano hacia el norte, las violentas inundaciones que han conocido todos los países de la zona en los últimos tiempos (Andalucía en España, Madeira y Algarve en Portugal, El Gharb en Marruecos, Ghardaia en Argelia, el sur de Túnez, Sicilia en Italia, y en el sur de Mauritania) que han dejado centenares de muertos y miles de damnificados, obligan a coordinar una estrategia común a los países ribereños.

Vía: El Imparcial