jueves, 7 de octubre de 2010

Vertido de Lodo Rojo en Hungría


El Gobierno húngaro decretó hace unos días el estado de emergencia en tres regiones del oeste del país, amenazadas por un derrame tóxico de lodo rojo que amenaza con convertirse en una catástrofe ecológica mayor para la fauna y flora del Danubio. Los territorios afectados por la alerta son Veszprém, Gyor-Moson-Sopron y Vas.

El lunes, un depósito de una fábrica de aluminio de Ajka, situada al oeste de Budapest, se rompió por razones aún desconocidas, derramando 1,1 millones de metros cúbicos de lodo rojo sobre las siete localidades aledañas. Cuatro personas (dos adultos, un niño y un bebé) murieron, seis están desaparecidas y 120 resultaron heridas, de las cuales ocho se encuentran graves.

Se trata de la catástrofe química más grave de Hungría, declaró el secretario de Estado de Medio Ambiente, Zoltan Illés, que viajó a Kolontar, una de las localidades más afectadas y donde unas 400 personas tuvieron que ser evacuadas. El lodo rojo es un residuo tóxico resultante de la producción de aluminio. Se trata de una sustancia muy corrosiva y maloliente que contiene plomo, hierro y otros metales pesados.

El lodo ya cubre una superficie de 40 kilómetros cuadrados que, además de Kolontar, incluye las poblaciones de Ajka, Devecser, Kisberzseny, Somlóvásárhely, Somlójeno y Tüskevár. Podría alcanzar en un plazo de cuatro días el Danubio, el segundo río más grande de Europa después del Volga. Según un directivo de la sociedad de gestión de agua potable del oeste de Hungría, Sandor Toth, «se trata de una catástrofe. El arroyo Torna, donde se produjo el derrame, vuelca en el río Marcal, que a su vez va al Raab, un afluyente del Danubio».

Los expertos intentan neutralizar con yeso el efecto corrosivo del lodo que, según aseguran, va a infertilizar una buena parte del suelo con el que entró en contacto. Los ecologistas han denunciado que la mayoría de los peces del río Marcal van a morir.

La sociedad productora de aluminio MAL, responsable de la factoría causante del vertido, afirmó en un comunicado que había respetado todas las reglas de seguridad y que comparte «el dolor de las familias afectadas por la tragedia». Según MAL, el accidente podría atribuirse a un problema técnico.

Otras fuentes sugieren la hipótesis de que el viento muy fuerte que sopló el lunes haya provocado olas que quebraron la resistencia del depósito de lodo. En cambio, Zoltan Illés dijo que el accidente podía deberse a «la sobreproducción de la fábrica», a la que acusó de seguir trabajando varias horas después del accidente. Según Illés, MAL habría depositado lodo rojo en exceso. Esta hipótesis fue respaldada por el primer ministro, Víktor Orban, que atribuyó lo sucedido a un fallo humano y aseguró que no hay signos de que pudiera deberse a causas naturales.