lunes, 5 de julio de 2010

Uruguay, 50% de producción renovable para 2015


Uruguay pretende que en 2015 el 50% de su matriz energética tenga origen renovable. El Director Nacional de Energía quiere resaltar, eso sí, que no lo hacen por la moda del cambio climático, sino para que el país sea más eficiente e independiente energéticamente del exterior. Seguramente se trate de la forma más inteligente de enfocar el problema y la que además tendrá igualmente una buena repercusión en el cuidado del planeta.

La inversión prevista en renovables es de 5.500 millones de dólares en cinco años e incluye biomasa, energía solar, energía eólica y biocombustibles para electricidad, industria y transporte.

En breve además se aprobará un decreto que permitirá establecer contratos a 20 años entre la compañia eléctrica estatal (UTE) y empresas privadas que quieran invertir en la generación por biomasa.

En cuanto a los motivos que han llevado al gobierno a tomar estas medidas, el Director Nacional de Energía y Tecnología Nuclear, Ramón Méndez, explicó que “esto significa abaratar costos y lograr una mayor independencia energética del exterior. En lugar de tener que importar combustibles, petróleo fundamentalmente, con este tipo de energía no dependemos de la importación. Son fuentes que están en el país: el aire, el sol, los cultivos y el agua“.

El ahorro anual, según Ramón Méndez, sería de cientos de millones de dólares. “El 40% del total de las exportaciones del país vuelven a salir para comprar petróleo, nos cuesta arriba de 1.000 millones de dólares al año. Esto lo disminuirá de manera importante“.

El director de energía sostiene además que Uruguay no tiene una larga tradición de generación con renovables, como muchos países europeos, pero sí cuenta con recursos mejores (nivel de Sol promedio por metro cuadrado, viento etc). En el mundo las energías renovables representan menos del 10% de la matriz energética y en Europa se plantea como gran objetivo llegar al 20% en 2020.

Una de las mejores bazas para este plan es la biomasa, que en Uruguay procede principalmente de la industria forestal pero también de la cáscara de arroz y la caña de azúcar. El objetivo es que el 30% de los residuos agroindustriales del país se tranformen en energía, evitando además de esta forma que se conviertan en residuos a gestionar.

Vía: Ecoperiodico