domingo, 3 de enero de 2010

Lula convierte en ley el recorte de CO2 de Brasil


El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sancionó el lunes la nueva ley de Política Nacional de Cambio Climático, que fija metas para la reducción de emisiones de CO2. La norma mantiene los objetivos que Lula expuso en Copenhague: reducciones de entre un 36,1% y un 38,9% hasta 2020, con respecto a los niveles de 1990.

Sin embargo, Lula impuso tres vetos que dejan un tanto descafeinada la ley elaborada por el Congreso. Se elimina la mención al "abandono paulatino del uso de fuentes de energía que empleen combustibles fósiles", con el argumento de que los hidrocarburos "no necesariamente" son incompatibles con el estímulo de energías limpias. Renunciar al petróleo no parece conveniente para un país que, con los recientes hallazgos de reservas, podría estar entre los grandes exportadores de crudo en unos años.

Fondos para el clima

En segundo lugar, el veto presidencial limita la financiación de la lucha contra el cambio climático. El Gobierno no tendrá la obligación de gastar todo el presupuesto destinado a este capítulo. Por último, desaparece la prioridad que daba la ley, a través de fondos públicos, a las pequeñas hidroeléctricas frente a las medianas y grandes, más agresivas con la selva.

El compromiso para la reducción de CO2 sólo podría lograrse reduciendo en un 80% la deforestación del Amazonas, que provoca el 60% de las emisiones de Brasil. Un reto en el que Lula no ha tenido mucho éxito. En noviembre desaparecieron 75 km2 de selva, un 21% más que el año anterior, aunque el Ejecutivo se jacta de que el ritmo de tala ha decaído.

Via: Publico

El volcán Tungurahua muestras signos de reactivación tras varios meses de calma


Un último informe del IG señala que "luego de varios meses de actividad sísmica muy baja y relacionada únicamente con eventos de fractura (de rocas), en los últimos tres días se han presentado eventos relacionados con movimientos de fluidos internos".

El informe precisa que en las últimas 24 horas se ha registrado un ligero temblor de carácter vulcano-tectónico y 9 seísmos ligeros, denominados de largo periodo, relacionados con el movimiento de fluidos en el interior del Tungurahua.

"Por el número y energía de los eventos recientes, el nivel de actividad puede aún considerarse como bajo; sin embargo, muestra una clara tendencia ascendente en los últimos días", precisa el reporte del Instituto.

Además, señala que se han producido emisiones de vapor de agua, en forma de nubes, con cantidades moderadas de ceniza, que por efecto del viento se han dirigido hacia el norte y suroeste de la montaña.

Uno de esos penachos alcanzó una altura de un kilómetro sobre el cráter y se ha reportado que en la localidad de El Manzano, al suroeste.

Los científicos del IG, que vigilan la montaña, esperan leves caídas de ceniza en los alrededores del volcán, sobre todo en la zona occidental.

Además, pobladores y vigilantes de las cercanías del volcán han escuchado ligeros ruidos, como bramidos.

El Tungurahua, de 5.016 metros de altitud y situado a 135 kilómetros al sur de Quito, es uno de los más activos de Ecuador, país que cuenta con cerca de medio centenar de volcanes a lo largo de toda la cordillera andina.

Este volcán inició su actual proceso eruptivo en 1999 y, desde entonces, ha intercalado periodos de gran actividad con lapsos de relativa calma.

Ese comportamiento también se ha registrado en el Reventador, situado en una estribación de los Andes que se adentra en la Amazonía, otro volcán activo en Ecuador.

El último informe del Reventador, difundido por el IG, señala que en las últimas 24 horas se ha registrado casi un centenar de temblores leves, relacionados con movimientos de fluidos en su interior, además de cinco explosiones de baja magnitud.

El Reventador, situado a unos cien kilómetros al este de Quito, en una meseta que domina la entrada hacia la Amazonía, empezó su actual proceso eruptivo en 2002.

Con 3.485 metros de altitud, el Reventador ha generado en el pasado pulsos fuertes de actividad, aunque desde hace dos meses su fuerza se ha mantenido en un nivel considerado como "moderado".

Descubren el origen del cáncer que diezma a los diablos de Tasmania


El cáncer que amenaza con extinguir a los "diablos" de Tasmania se origina en un tipo especial de células y es contagioso por contacto físico, según un estudio divulgado por la revista Science.

El diablo de Tasmania (Sarcophilus harrisii) es un marsupial carnívoro que sólo sobrevive en la isla de Tasmania, al sur de Australia. Tiene el tamaño de un perro pequeño depredador que también se alimenta de carroña. Debido a que se le consideraba una amenaza para el ganado fue blanco de los cazadores hasta 1941, cuando el gobierno de Tasmania, un estado de Australia, puso fin a su virtual extinción.

Pero ahora su existencia está amenazada por un cáncer facial que ha reducido su población y podría decretar la existencia total del animal en los próximos 40 años, según los científicos. El cáncer se caracteriza por la aparición de grandes tumores en la cara y el hocico del animal, los cuales se propagan después a los órganos internos.

Hasta ahora se sabía que el mal que mata a los diablos es un cáncer, pero los científicos ignoraban su origen. Sin embargo, investigadores de la Universidad Nacional de Australia determinaron que la enfermedad se origina en las células de Schwann que protegen las fibras nerviosas periféricas. Según Elizabethg Murchison, que dirigió el estudio, a través de las biopsias, el equipo identificó un marcador genético que podría determinarse para diagnosticar la enfermedad.

"Cuando comparamos las características de los tumores para compararlos con otros tejidos normales descubrimos que casi todos tenían células Schwann", indicó Tony Papenfuss, del Instituto Walter and Eliza Hall, en Melburne (Australia).

Según Greg Woods, del Instituto Menzies de Investigaciones de la Universidad de Tasmania, el descubrimiento es importante por cuanto representa un paso más en los esfuerzos por comprender la enfermedad.

"Los diablos desarrollan tumores de diversos tipos y los marcadores genéticos que hemos identificado nos ayudan a diferenciar los de la enfermedad facial", añadió Woods, que también participó en la investigación.

Via: El Mundo