domingo, 21 de agosto de 2011

López de Uralde no volverá a prisión por irrumpir en la Cumbre de Copenhague


El ex director de Greenpeace España y promotor de la plataforma Equo, Juan López de Uralde, y otros tres miembros de este colectivo, no volverán a la cárcel. Durante la vista final del juicio que el viernes se ha celebrado en Copenhague por irrumpir en un acto de la cumbre climática mundial en 2009, el fiscal ha solicitado una pena de 60 días en régimen de libertad condicional. Por lo tanto, López de Uralde y sus colegas de Greenpeace no volverán a la cárcel.

Asimismo, la fiscalía ha propuesto también una multa de 3.000 coronas danesas (unos 400 euros) para cada uno de ellos y que se les prohíba pisar suelo danés durante los próximos seis años.

"Estoy contento de no tener que volver a la cárcel, que es algo que no gusta nadie", declaró López de Uralde tras conocer por fin que el fiscal aceptará una condena de prisión condicional. "Todo esto ha sido un disparate, una construcción de la acusación para justificar que se nos detuviese durante 20 días y salvar así la cara al Gobierno danés y a la Policía".

En la conclusión del juicio, López de Uralde leyó en español su declaración final: "En diciembre de 2009 vine a la Cumbre del Clima con la esperanza de que se tomase una decisión que salvase la Tierra. Hicimos esa protesta porque ya no teníamos donde expresarnos, así que fuimos a donde los dirigentes mundiales estaban cenando. ?Es la esperanza un crimen? Nunca imaginé que acabaría en la cárcel o expulsado de Dinamarca. Sea lo que sea lo que se decida sobre nosotros, las emisiones de co2 siguen aumentando y los líderes del mundo no hacen nada. ?No es ése el verdadero crimen?".
Los cuatro activistas se enfrentaban a penas de cárcel de hasta tres años y a multas de una cuantía indeterminada por los delitos de allanamiento de morada, agravado por una ofensa a la reina Margarita II, anfitriona de la gala en la que irrumpieron; suplantación de autoridad publica y falsificación documental.

"Un proceso desproporcionado"

Para Greenpeace, "la lectura positiva es que no irán a la cárcel, pero todo el proceso ha sido desproporcionado", han afirmado.

En el caso están imputadas otras siete personas más en calidad de cómplices, así como la organización Greenpeace Nordic.

Tras la vista inicial de hace dos meses, las dos partes leen hoy sus conclusiones. Después, el juez deberá decidir si es posible dictar sentencia o se toma un tiempo de deliberación mayor, para lo que podrá aplazar la comunicación del dictamen un máximo de dos semanas.

Durante la primera vista, la defensa pidió la libertad de los imputados y la anulación del proceso con el argumento de que se trató de una protesta política para forzar un acuerdo en la cumbre. Todos los acusados se declararon inocentes de los cargos, si bien admitieron su participación en los hechos, que justificaron ante la inminencia de un fracaso en la cumbre, como así sucedió finalmente.

La Fiscalía incidió en que los acusados habían falsificado matrículas de coches y papeles para acceder a la gala, y pidió pena de cárcel sin especificar de qué tipo, y resaltó que tiene que ser el tribunal quien decida su duración y si debe ser o no condicional.

López de Uralde y otros tres compañeros de Greenpeace -un suizo, una noruega y un holandés- burlaron el 17 de diciembre de 2009 la seguridad de la cena de gala de la cumbre, a la que asistieron un centenar de jefes de Estado y se hicieron pasar por "jefe de Estado de la Madre Tierra", su esposa, un escolta y el chófer.

A la entrada del banquete desplegaron una pancarta delante de las cámaras de la televisión pública danesa DR con el lema "Los políticos hablan, los líderes actúan". López de Uralde permaneció en prisión preventiva 20 días y fue liberado con cargos, al igual que el resto de sus compañeros.

Vía: El Mundo

sábado, 6 de agosto de 2011

La capa de hielo ártico disminuye hasta casi mínimos históricos





La capa de hielo en el Ártico ha disminuido casi hasta mínimos históricos debido a las altas temperaturas de los últimos meses, según informa el Centro Meteorológico de Rusia (CMR).
En estos momentos el hielo ártico cubre una superficie de 6,860 millones de kilómetros cuadrados, cerca del mínimo registrado en 2007, señala el CMR en su página web.
Todos los mares árticos rusos se encuentran por debajo de la norma en lo que se refiere a su superficie helada desde las aguas de la parte europea de Rusia al mar de Chukotka, frente a la península de Alaska.
En concreto, la superficie de hielo en la zona suroccidental del mar de Kara está un 56% por debajo de la norma, mientras en el caso del mar de Chukotka este porcentaje es del 35%.
Por esta razón, las condiciones para la navegación por las aguas árticas son consideradas "muy buenas", tendencia que se mantendrá hasta septiembre.
El CMR informa de que durante este mes casi todas las rutas árticas están libres para la navegación de buques que no sean rompehielos.

Ruta marítima ártica

La reducción de la capa de hielo que cubre el océano Glacial Ártico debido al calentamiento global ya permitió en 2010 que un petrolero ruso reabriera la ruta marítima ártica, alternativa al canal de Suez y que estaba cerrada al tráfico comercial.
Un barco mercante procedente de Europa Occidental necesita casi la mitad de tiempo para llegar a Asia a través de la ruta ártica que por el canal de Suez, con el consiguiente ahorro de combustible.
Según algunos expertos, el progresivo deshielo debido al ascenso de las temperaturas conducirá a que este océano hacia 2040 quede en verano totalmente despejado, lo que permitirá prescindir de los rompehielos.
Los barcos pueden viajar todo el año entre Murmansk y la isla de Nueva Zembla, pero cuando se acaba el mar de Bárents y comienza el de Kara, los hielos eternos dificultan enormemente la navegación.
Tras superar el mar de Kara, los barcos aún deben surcar las aguas heladas de los mares de Laptev, Siberia Oriental y, por último, el de Chukotka.
Rusia es el único país del mundo que cuenta con una flota de rompehielos atómicos, por lo que tendría el monopolio de la ruta.
Vía: RTVE

EEUU concede permiso a Shell para operar en Alaska





La petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell acaba de recibir el visto bueno para iniciar su exploración en el mar de Beaufort (Alaska) en los meses de junio y septiembre del verano de 2012. La Oficina de Gestión y Regulación de Energía Oceánica (BOEMRE, por sus siglas en inglés) de EE.UU le ha concedido el permiso.
La BOEMRE indicó que había otorgado el visto bueno a Shell tras examinar su Estudio de Impacto Medioambiental, que exige que los operadores demuestren que son capaces de controlar una potencial explosión y derrame de crudo.
"Basamos nuestras decisiones acerca de la exploración energética en el Ártico según la mejor información científica disponible", afirmó en un comunicado el director de la agencia federal, Michael R. Bromwich. Añadió que revisarán y vigilarán "de cerca" las actividades de Shell para asegurar que sus operaciones se llevan a cabo de un modo seguro y responsable desde el punto de vista medioambiental".
La compañía, que estaba en espera desde que compró las licencias para operar en aguas frente a la costa norte de Alaska en 2005 y 2007, ya ha invertido más de 3.500 millones de dólares en el proyecto. Entre los planes de Shell, está la exploración de 10 pozos tanto en el mar de Beaufort como en el de Chukchi, más al oeste y para el que aún debe obtener el permiso, con la meta de comenzar a extraer petróleo a finales de la década.
La aprobación por parte de las autoridades de EE.UU supone un paso más en la progresiva reapertura de las operaciones aguas afuera por parte de las compañías petroleras.
En junio de 2010, tras la explosión de la plataforma DeepWater Horizon de BP que liberó 4,9 millones de barriles en aguas del Golfo de México y, en la que murieron 11 trabajadores, la Administración del presidente de EE.UU, Barack Obama, decretó una moratoria que prohibía la perforación en costa afuera en pozos a más de 150 metros de profundidad.
En marzo pasado, el secretario del Interior de EE.UU, Ken Salazar, anunció la aprobación del primer permiso dado a una compañía petrolera para perforar en el Golfo de México desde la catástrofe del DeepWater Horizon.
En los últimos meses han aumentado las presiones de la industria petrolera para que se retomen las actividades con el argumento de estimular la economía estadounidense.
Vía: El Mundo