jueves, 13 de mayo de 2010

París apaga sus luces


La dirección de tráfico y carreteras de la región de París (DIRIF) acaba de anunciar que, a partir del día 19 de mayo, suprimirá la iluminación en 130 Km de carreteras de la región parisina.

La medida se justifica, según el DIRIF, con tres palabras: economía, ecología y seguridad.

Ecología

Los más de 130 Km de carretera que dejarán de iluminarse corresponden a vías rápidas y autovías de toda la provincia y son el equivalente a la mitad de la red de carreteras de la región. Cada año, la iluminación de las carreteras es responsable de la emisión de 13.000 toneladas de CO2. Con esta medida se pretende ahorrar el 45% de estas emisiones.

Seguridad

La DIRIF precisa que, aunque el tráfico nocturno es muy inferior al diurno, se dan tantos accidentes mortales como durante el día. Con una buena iluminación los conductores circulan más rápido, en muchas ocasiones rebasando el límite de velocidad permitido, por el contrario, la ausencia de visibilidad obliga a reducir la velocidad.

La Dirif pone como ejemplo las cifras de accidentes de la autovía A15 que, en 2007 y a raíz de repetidos actos de vandalismo, se vio privada de iluminación. En este caso, la cifra de accidentes descendió un 30% y desde octubre de 2008 no se registró ningún fallecimiento por causa de accidente.

Antes de proceder a apagar los tramos seleccionados, se llevarán a cabo una serie de trabajos en dichas vías para hacer más visible la señalización durante la noche. Cada trayecto que se deje de iluminar se someterá a un análisis de seguridad durante un periodo de dos años, transcurrido el cual y según los resultados obtenidos, se decidirá desmontar el equipamiento de forma definitiva.

Economía

Desde el punto de vista económico se pretende lograr una ahorro de entre 1 y 1,5 millones de euros de los 3 a que asciende el presupuesto de alumbrado anual de carreteras. Existe un mapa de las carreteras que se apagarán.

Vía: Ladyverd

El vertido de BP ya ha costado 270 millones



Si la catastrofe del Prestige arrojo una factura enorme, la del vertido del golfo de México va camino de superarla. El desastre medioambiental ya ha costado unos 270 millones de euros, según informó ayer la multinacional BP, responsable de la plataforma Deepwater Horizon, que estalló el pasado 20 de abril matando a 11 personas y abriendo un grifo que vierte 800.000 litros diarios de petróleo al mar. Cinco años después del naufragio del Prestige, el Estado español había gastado en indemnizaciones a pescadores, sellado del pecio y limpieza del chapapote unos 415 millones de euros.

Aunque en este caso Barck Obama ha estado rápido (Y listo...), y ya ha dejado claro en varias ocasiones que su país no cargará con la cuenta del vertido. "La marea negra es una catástrofe quizás sin precedentes, y la compañía petrolera BP va a pagar la factura".

Por parte de la petrolera repiten sin cesar que están haciendo "todo lo que pueden", en colaboración con las autoridades federales con el objetivo de "encontrar una solución para cortar el chorro de crudo en el fondo del mar". Hoy, 3 semanas después del accidente, ni el Gobierno ni la petrolera saben cómo cerrar el grifo. Todo lo que han intentado ha fracasado, y la compañía ya anuncia las próximas medidas sin optimismo.

BP prepara otra campana

Despues de haber colocado la campana en la que BP tenía muchas esperanzas puestas, y las cuales como sabemos se fueron al traste al comprobar como esta estaba teniendo problemas al formarse en esta cristales de hielo, comunicó que la ha retirado. La tubería que tenía que achicar el crudo desde esta campana invertida se atascó tras formarse cristales de hielo en su interior. BP está preparando una segunda campana, de menor tamaño y diseñada para evitar la formación de cúmulos de hielo, con el objetivo de hacer una segunda intentona cuanto antes. En paralelo, durante las próximas dos semanas la petrolera intentará inyectar hormigón para sellar el agujero por el que brota el crudo a borbotones.

"Todas las técnicas que se están estudiando o con las que se está intentando contener la fuga en el fondo marino implican incertidumbres significativas, porque nunca se han ensayado antes en estas condiciones", admite BP.

Mientras el viento arrastra la marea negra hacia el delta del río Misisipi, la petrolera británica intenta lavar su imagen. Además de airear el dinero gastado hasta la fecha, BP explicó ayer que 275 barcos intentan parar el avance de la mancha. Pero los mercados no aplauden su actuación. Las acciones de BP han caído un 15% desde el 20 de abril.

Vía: Público