martes, 15 de febrero de 2011

Los expertos instan a proteger el 20% de las aguas mediterráneas


Cerca de un centenar de personalidades del mundo científico y de instituciones relacionadas con la protección del Mediterráneo han suscrito hoy una declaración en Mónaco instando a los Gobiernos de los países mediterráneos a declarar áreas marinas protegidas que abarquen el 20 por ciento de las aguas de este mar.

El documento recoge las conclusiones de dos días de reuniones que han tenido lugar en Mónaco en el marco de la Segunda Conferencia sobre Áreas Marinas Protegidas en el Mediterráneo, en la que han participado altos representantes de los ministerios de Medio Ambiente de los países mediterráneos, y de las organizaciones científicas y ecologistas dedicadas a la protección de la zona.

El encuentro, auspiciado por el proyecto "Blue Initiative" que impulsa el príncipe Alberto de Mónaco, arrancó ayer con el estreno de un documental de investigación de la Sociedad National Geographic que muestra el estado de conservación actual de los fondos marinos del Mediterráneo y lo compara con las imágenes que Jacques Cousteau filmó de esos mismos lugares hace sesenta años.

"La comparación resulta desoladora, excepto en aquellos puntos en los que se decidió crear un área marina protegida, y por tanto la pérdida de ecosistemas no ha sido tan tremenda como en aquellos lugares donde no existe figura alguna de protección y hay especies cuyas poblaciones han mermado en un 90 por ciento", ha señalado John Fahey, presidente de National Geographic.

Científicos como el ecólogo marino Enric Sala, el director de la Comisión Científica del Mediterráneo (CIESM), Frédéric Briand, o expertos marinos de organizaciones ecologistas como Dan Laffoley de la IUCN, o Ricardo Aguilar, de Oceana Europa, han defendido que las áreas marinas protegidas son "oasis de vida marina" y la única forma de recuperar para los ecosistemas y la pesca las zonas degradadas.

La declaración y posterior gestión eficaz de estas reservas son la única "esperanza" del Mediterráneo frente a sus principales amenazas, entre las que los expertos han coincidido en señalar tres: las sobreexplotación pesquera, la contaminación y las especies invasoras.

Hasta el momento tan sólo el 0,01 por ciento de las aguas del mar Mediterráneo están protegidas, y aunque los veinte países bañados por este mar han abogado por ampliar ese porcentaje hasta un 10 por ciento de aquí a 2020, los expertos reunidos en Mónaco han instando a los gobernantes a elevar ese porcentaje al 20 por ciento.

La conferencia, en la que han intervenido, entre otros, el príncipe Alberto de Mónaco y los ministros de Medio Ambiente de Francia, Marruecos, Montenegro, Eslovenia o Argelia, ha llamado la atención, además, sobre los beneficios económicos que generan las áreas marinas protegidas.

Vía: Ecodiario

Un grupo de activistas de Greenpeace han entrado en el complejo de la central nuclear de Cofrentes


Un grupo de activistas de Greenpeace han entrado en el complejo de la central nuclear de Cofrentes, en Valencia, en la que llevan a cabo una acción de protesta para reclamar el cierre de esta instalación, cuya licencia de explotación expira el próximo mes de marzo. La central valenciana de Cofrentes es la quinta más antigua de España, tras las de Garoña (1970), Almaraz I (1980), Ascó I (1982) y Almaraz II (1983). Greepeace cree que Cofrentes es una instalación "envejecida y de funcionamiento peligroso". Es una instalación peligrosa que cuenta con un interminable listado de fallos y de problemas de seguridad sin resolver, lo que evidencia, según los ecologistas, el agotamiento de su vida útil.

La central nuclear de Cofrentes (Valencia) ha declarado este martes la Alerta de Emergencia, de acuerdo con su Plan de Emergencia Interior, ante la acción de protesta que está desarrollando la organización ecologista Greenpeace, mientras que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha activado su organización de respuesta a emergencias, según ha informado la central en un comunicado.

La organización de respuesta a emergencias del CSN implica la constitución su Sala de Emergencias (SALEM) y el mantenimiento de una continua comunicación de la misma con el Centro de Coordinación Operativa de la Subdelegación del Gobierno en Valencia.

La central continúa funcionando en condiciones estables y con todos los sistemas de seguridad disponibles. Algunos activistas permanecen en la zona de las torres de refrigeración de la planta, controlados por las fuerzas de seguridad aunque no han accedido a las zonas vitales de la instalación, según las mismas fuentes.

Ante esta situación, se han activado los procedimientos establecidos en el plan de seguridad de la central y de las autoridades competentes coordinadas por la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, entre las que se encuentran diversas unidades de la Guardia Civil. Además, se ha reforzado el control de accesos a la central. El CSN mantendrá su dispositivo de seguimiento en coordinación con las autoridades y con la central nuclear mientras sea necesario, han informado.

Vía: Republica