El estado con más población de Estados Unidos, California, va a prohibir definitivamente el reparto gratuito de bolsas de plástico con las compras. En realidad se trata de la misma medida adoptada en muchas ciudades de varios países, solo que hasta ahora la decisión provenía de las empresas que repartían las bolsas y no de la administración. Sólo los gobiernos de San Francisco, Washington DC y Beijing habían hecho lo mismo anteriormente.
Los ecologistas califican el impacto de la medida de “memorable” pues en California se usan nada menos que 19 billones de bolsas de plástico al año, 552 por persona. Afirman que cobrar una pequeña cantidad por ellas bajará los números estrepitosamente, como ocurrió en Washington DC, por ejemplo, donde el consumo de estas bolsas bajó de 22 millones a 3 millones mensuales cuando se empezó a cobrar 5 centavos por cada una.
Se espera que la medida pase sin problemas el examen del parlamento estatal, después de lo cual sólo necesitará de la firma del gobernador Schwarzenegger para hacerse efectiva, y el Gobernador ya ha dicho públicamente que apoya la iniciativa.
Los enemigos de las bolsas de plástico están de enhorabuena. Si baja el consumo como consuecuencia de la tasa, bajará el número de bolsas que acaban en los vertederos de basura y también bajará la producción y por tanto la cantidad de petróleo necesario para la misma etc. Todos ganan… salvo los fabricantes de bolsas de plástico, claro.
Además, hay que tener en cuenta el importante carácter de California como estado marcador de tendencias y pionero en nuevas iniciativas. Otros muchos estados observan ya atentamente para ver como resulta esto de las bolsas de plástico y unirse a la moda de no más bolsas gratis.
Vía: Ecoperiodico
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