miércoles, 14 de septiembre de 2011

Greenpeace demanda a la CHE por el aumento de temperatura en el Ebro




La organización ecologista Greenpeace ha denunciado "la pasividad e inacción" del presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ante el aumento de la temperatura del río Ebro provocado, a su juicio, por la actividad de la central de Garoña por lo que ha iniciado acciones legales al respecto.

Greenpeace ha hecho este anuncio después de publicar un estudio sobre la contaminación térmica del Ebro realizado en el entorno de la central nuclear de Garoña en el que se refleja que Nuclenor --compañía explotadora de esta instalación-- está incumpliendo el permiso de vertido de aguas de refrigeración otorgado a Garoña por la CHE. Además, la organización ha afirmado que la CHE "no realiza controles termométricos propios" en el entorno de la central al considerar "suficientes los que realiza el usuario (Nuclenor)".


Según Greenpeace, la autorización de vertido de aguas de refrigeración de la CHE, otorgada el pasado 18 de octubre de 2007, permite a Garoña provocar un aumento máximo de 3ºC de las aguas del Ebro respecto a la temperatura aguas arriba de la central. Sin embargo, las mediciones realizadas el pasado mes de agosto a petición de Greenpeace a entidades homologadas por el Ministerio de Medio Ambiente demuestran un incremento de hasta 10ºC, "una temperatura muy por encima de lo legalmente establecido".


En un comunicado, el responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, Carlos Bravo, ha señalado que "dada la actitud oscurantista mostrada por la CHE al respecto, y ante su prolongada y deliberada inacción para atajar la contaminación térmica que produce Garoña en el Ebro, Greenpeace ha decidido iniciar acciones legales contra el presidente de la CHE, Rafael Romeo".


Desde el pasado mes de abril, Greenpeace ha solicitado a la presidencia de la CHE y al Ministerio de Medio Ambiente que revoquen "de forma inmediata" la autorización de vertido del agua de refrigeración de la central nuclear de Garoña al río Ebro.


La organización ecologista ha llevado a cabo otros dos informes --los pasados meses de febrero y mayo-- en los que también se constataban estos datos. Asimismo, ha recordado que un estudio del Ministerio de Medio Ambiente --a fecha 1 de julio de 2009-- alertaba de los problemas actuales de refrigeración de Garoña.


Aumento de temperatura por tramos


En el último informe de Greenpeace se especifica que "la temperatura del río Ebro en E-1 (estación de referencia [aguas arriba de la central nuclear]) el día del muestreo era de 18,1 ºC; y en ausencia de la actividad de la central lo esperable habría sido encontrar una temperatura en el río (y en el embalse) no superior a los 25 ºC".

El documento también relata que, "a partir de la estación E-4, se observa un progresivo incremento de la temperatura según se desciende hacia aguas abajo (hacia la central nuclear), con un máximo en E-7 (0,8 kilómetros aguas debajo de la central), con 30,2 ºC; lo que supone un incremento neto de la temperatura entre E-4 y E-7 de 10,6 ºC".    Asimismo, entre las estaciones E-1 y E-7 (separadas por 14,8 kilómetros) se registró "un incremento de temperatura de 12,1 ºC, lo que supone un incremento medio de 0,82 ºC por kilómetro". "Este incremento de temperatura no puede ser debido a la acción solar y se atribuye, en gran parte, al vertido de la central nuclear", concluye el documento.

Vía: Europa Press

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