martes, 22 de diciembre de 2009

La UE se plantea responder al "desastre" de Copenhague con una tasa ecológica


Decepcionada por el "desastre"de la conferencia de Copenhague, la Unión Europea trata de revivir la idea de un impuesto al carbono contra los países que no reduzcan sus emisiones y de esta manera endurecer su posición de negociación en 2010.

"Tenemos que ver cómo proceder después de la catástrofe de Copenhague", ha declarado el ministro de Medio Ambiente de Suecia, Andreas Carlgren, a su llegada a Bruselas para una reunión con sus homólogos de la UE.

Paul Magnette, ministro belga del ramo, ya ha adelantado la línea en la que su país espera que vayan los 27. "Si algunos países, entre ellos los mayores emisores de gases de efecto invernadero en el mundo, siguen obstaculizando la adopción de objetivos vinculantes para reducir las emisiones, la UE debería considerar, según lo permitido por el informe de de la OMC, un impuesto al carbono en los productos importados de esos países, que son competencia desleal para nuestros negocios ", ha declarado al rotativo belga Le Soir.

La posición de firmeza mostrada por Paul Magnette ha sido defendida desde hace tiempo por el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel.

Tasa sobre el CO2

"Tenemos que decidir qué oferta va a poner sobre la mesa la Unión Europea en las negociaciones del 31 de enero, y lo que debemos hacer para asegurar nuestro negocio", ha explicado un negociador francés.

Sin embargo, la idea de un impuesto sobre el carbono no tiene unanimidad entre los países europeos. "No podemos lograr los objetivos de reducción de emisiones por un dirigismo del Estado", ha defendido el ministro alemán de Medio Ambiente, Norbert Rottgen.

La Comisión Europea también mantiene reservas sobre el tema:"El impuesto sobre el carbono no es un tema de discusión", ha declarado uno de sus responsables.

Para la Comisión, la UE debe mantener su compromiso de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% en 2020 respecto a 1990, con la posibilidad de reducir en un 30% si otros países desarrollados asuman compromisos similares.

El ejecutivo de Bruselas está en plena fase de transición y no se conformará hasta febrero. Entonces, está planeado que asuma una supercartera contra el cambio climático la ministra danesa de Medio Ambiente danesa, Connie Hedegaard, que ya suscita dudas por su papel en la Cumbre de Copenhague.

De hecho, llega a Bruselas con el fracaso personal que supuso el que tuviese que abandonar la presidencia de la cumbre por las críticas del G-77, que agrupa a los países en desarrollado, que le acusaban de favorecer a los países ricos.

Sea como sea, no se espera que salga ninguna decisión de la reunión ministerial de este martes. "Los gobiernos están en proceso de digerir, de analizar. La refelxión real comenzará a comienzos de 2010.

Via: RTVE.es

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