La Catedral de Amberes comenzó a construirse en el siglo 14, problemas económicos provocaron que la construcción se paralizara, quedando sin construir una de sus dos torres.
Esta ausencia ha llevado a realizar un concurso de construcción, este consiste en completar el diseño original. Una de las propuestas más originales es la de los diseñadores Tim Hobbelman y Chris Idema.
Esta idea mantendría la misma estructura que la original, pero estaría cubierta por una densa vegetación que estaría abastecida con un sistema autosuficiente. El agua de lluvia sería recogida y mandada por toda la torre para regar su vegetación.
Esta ausencia ha llevado a realizar un concurso de construcción, este consiste en completar el diseño original. Una de las propuestas más originales es la de los diseñadores Tim Hobbelman y Chris Idema.
Esta idea mantendría la misma estructura que la original, pero estaría cubierta por una densa vegetación que estaría abastecida con un sistema autosuficiente. El agua de lluvia sería recogida y mandada por toda la torre para regar su vegetación.
La energía necesaria para apoyar el sistema de riego será obtenida de placas solares, colocadas en las ventanas de la torre. El follaje centrado en la torre está pensado para crear un ambiente natural que ofrezca un hábitat para las aves y otros animales que han sido desplazados por el desarrollo urbano. Y por ultimo sería un atractivo turístico a destacar, ya que ofrecería un contraste muy original con el edificio en si y con la ciudad que no dejaría a nadie indiferente.
Via: Inhabitat
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