viernes, 16 de abril de 2010

Las cenizas del volcán de Islandia colopsa Europa


Como ya mucho habréis visto en las noticias, un volcán de Islandia ha arrojado hace unos días una nube de ceniza, la cual ha provocado un colapso total en el tránsito aéreo de toda Europa, se habla ya de una peor situación en el tránsito aéreo que la vivida en aquel trágico 11 de Septiembre de 2001.

Miles de vuelos fueron cancelados, interrumpiendo los planes de cientos de miles de pasajeros. Varios funcionarios dijeron que no está claro cuando será seguro volar de nuevo.

Un experto en aviación dijo que es la primera vez que recuerda que nubes de ceniza afectasen algunos de los espacios aéreos más congestionados del mundo, mientras que un científico en Islandia aseguró que la expulsión de ceniza, y por lo tanto las interrupciones aéreas, continuarían durante días e incluso semanas.

La nube de ceniza, que se elevó a una distancia entre 6.000 y 11.000 metros (20.000 y 36.000 pies) se encuentra por encima del océano Atlántico, cerca de las rutas desde la costa este estadounidense hasta Europa.

La ceniza volcánica contiene partículas vitrificadas de gran dureza y enorme poder abrasivo que amenazan los vuelos porque pueden afectar la visibilidad y quedar absorbidas por los motores de los aviones, provocando que estos dejen de funcionar.En Islandia, cientos de personas han escapado al aumento del nivel del agua desde que el volcán bajo el glaciar Eyjafjallajokull hizo erupción el miércoles por segunda vez en menos de un mes.

El problema

El problema que se plantea para los aviones es que sus radares, a diferencia de lo que ocurre con otros fenómenos meteorológicos, no detectan la situación de la ceniza. Las partículas penetran a gran velocidad en los reactores de la nave. Éstos reaccionan, detectan una situación anormal y envían instrucciones erróneas al piloto. Las señales erróneas pueden provocar respuestas erróneas y causar un grave problema de seguridad.

El transporte de las cenizas volcánicas depende de los vientos, por eso es relativamente impredecible. Para ello existen unos centros de aviso de cenizas, los Volcanic Ash Advisory Centers (VAAC), que se ocupan de estudiar la situación atmosférica diariamente y de lanzar la alarma si surgen problemas. Hay nueve centros de avisos de cenizas volcánicas en el mundo: Londres, Toulouse, Washington, Buenos Aires, Wellington, Darwin, Montreal, Anchorage y Tokio.

Una vez el aeropuerto ha recibido el aviso de los VAAC, se ponen en marcha los protocolos que permitirán a los pilotos cambiar la trayectoria del avión para evitar las nubes de ceniza. Si la densidad de la nube no permite rodear las zonas de peligro, se procede a cancelar los vuelos. Eso es precisamente lo que ha sucedido este jueves en el norte de Europa.

Las cenizas pueden refrigerar el planeta

Si las partículas de ceniza del volcán islandés alcanzan la estratosfera, eso podría tener durante varios años "un efecto refrigerador" porque reduciría la radiación solar, según aseguró el climatólogo de la Universidad de Viena Herbert Formayer a la radio pública austriaca ORF.

La estratosfera es la segunda capa de la atmósfera y comienza a unos 12 kilómetros de altura sobre la superficie de la Tierra.

"A esa altura no hay lluvias que puedan reducir o 'lavar' las partículas, por lo que las cenizas puede permanecer allí durante dos o tres años", manifestó el experto de la Universidad de Viena.

"Durante esa época se reduce la radiación del sol y eso tiene un efecto refrigerador", explicó Formayer. La nube refleja la radiación solar hacia el espacio y por eso no alcanza la superficie terrestre.

Vía: El Mundo

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